El cuidado bucodental debe hacerse a edades tempranas. Adquirir unos hábitos mínimos de higiene desde la infancia y luego evitar en la medida de lo posible la introducción de objetos como biberones, chupetes, chuparse el dedo, etc que pueden contribuir a la futura formación de la dentadura y desarrollo del paladar.
En caso de que esto no se haya podido evitar y que la solución sea la ortodoncia, suele colocarse entre los 7 y 13 años para corregir la dentadura. Puede darse el caso de necesitarlo antes de esa edad, pero no es lo habitual.
Desde el punto de vista del usuario, la ortodoncia en la edad infantil sirve para corregir, pero, desde el punto de vista del profesional, este tratamiento es una medida preventiva para evitar futuros problemas en la edad adulta y que en esa etapa serían más difíciles de corregir. En la edad infantil, la dentadura está todavía en fase de desarrollo y a esta edad la ortodoncia corrige la posición de los dientes, así como también la mordida.
Fases y tiempos de la ortodoncia infantil
La duración del tratamiento de una ortodoncia infantil va a determinarlo la evolución del mismo. Lo que sí es cierto es que lo ideal es hacerlo en dos fases.
La primera consistirá en la colocación del aparato para separar los dientes permanentes, creando espacios entre ellos y así no tener que extraer piezas por falta de sitio.
No es lo habitual ya que se suele conseguir el objetivo, pero hay que hacerlo bien porque va a influir en la duración, desarrollo y evolución de la segunda fase que consiste en corregir la alineación de los dientes superiores con los inferiores y pueda tener una correcta mordida.
Una atención temprana evitará problemas en el futuro en la dentadura, mandíbula e, incluso, en la forma de hablar.
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